martes, 22 de marzo de 2011

1.001 Películas que hay que ver después de morir (VIII): The Room

Título: The Room
Director: Tommy Wiseau
Año: 2003
País: Estados Unidos
Actores: Tommy Wiseau, Juliette Danielle, Greg Sestero, Philip Haldiman, Carolyn Minott
Argumento: Johnie tiene una vida perfecta y es un hombre maravilloso. Vive con la mujer de sus sueños, tiene un lujoso piso en San Francisco, un importante puesto de trabajo en un banco, cuenta con buenos amigos y además le sobra tiempo para pagar los estudios y proporcionar alojamiento a pobres huerfanitos. Sin embargo, su feliz existencia se ve truncada pocos días antes de su boda, cuando su novia Lisa descubre que está aburrida de su vida y que le gustan las pollas más que a un tonto un lápiz.

Por qué hay que verla después de morir: El último fenómeno de Internet en lo referente al cine chungo  está a la altura de lo esperado. The Room es claramente una de las cintas más infames jamás rodadas; un clásico instántaneo que no defrauda lo más mínimo y que incluso llega a superar las expectativas. Pasarán los años y lucirá con letras de oro en la historia de la caspa cinematográfica. ¿Qué es lo que hace tan grande a este largometraje? Se podrían citar miles de detalles, pero el punto fuerte lo configura el genio detrás de la obra, Tommy Wiseau, una especie de Pocholo americano con un extrañísimo acento como de alemán cocainómano, cuya interpretación del papel protagonista está a años luz de lo que debería ser calificado como "interpretación". Los secundarios, así como el guión, no le van a la zaga en lo que respecta a la calidad, y esta vez, más que nunca en el cine cutre, resulta totalmente inconcebible para el espectador que tantas personas se involucraran en un proyecto sin ser conscientes del pedazo de mierda hedionda en la que se habían embarcado. Por último, este drama intimista de pareja, a pesar de la temática que trata, es infantil, denota una inmadurez total y además está salpicado de una misoginia crónica que Tommy Wiseau debería hacerse revisar con urgencia.

Alicientes:
-Un melenudo con aspecto de yonki escribiendo, dirigiendo y protagonizando de manera indecente el cotarro.
-Machismo recalcitrante e insultante.
-Mujeres comportándose como auténticas víboras chupasangre.
-Desagradables escenas de sexo con pétalos de rosa de por medio y posturas tan irreales e incómodas que parece que el protagonista se esté percutiendo a su novia por las tetas o el ombligo...
-La risa desquiciante y forzada del protagonista.
-Los interminables y reiterativos planos de San Francisco, muchas veces sin venir a cuento y para rellenar el metraje.
-Todos los personajes, cada vez que entran o salen por una puerta, saludan o se despiden, alargando innecesariamente la narración.
-Un huérfano con canas en los huevos que ha sido "adoptado" por el protagonista.
-6 millones de dólares de presupuesto para una cinta rodada prácticamente en una habitación y sin efectos especiales de ningún tipo. Putas, drogas y alcohol son palabras que me vienen así repentinamente a la cabeza... no sé por qué...
-El culo de Tommy Wiseau.
-Fotografías de ¿cucharas? decorando la casa. Es como si hubieran comprado los marcos en los chinos y no se hubieran molestado en quitar la foto que viene de serie.
-Influencias de Ciudadano Kane

Momentos para el recuerdo:
-Cada vez que la madre de Lisa le recuerda a su hija que es una mujer y que, como tal, debe casarse pensando únicamente en el dinero y en la estabilidad.
-Un narcotraficante apunta con una pistola al huerfanito en el ático del edificio donde vive. Por pura casualidad, Tommy Wiseau y su mejor amigo aparecen en el ático y consiguen reducir al delincunte, llevándoselo de allí a la fuerza. Sólo 2 segundos después, y como por arte de magia, Lisa y su madre también llegan de repente al ático para asistir a la peligrosa escena (esto tiene muchas más gracia visto que contado, por supuesto). Luego, apenas pasados 30 segundos, el prota y su amigo regresan al ático afirmando que ya han dejado al delincuente en comisaría, lo que probablemente constituya un record mundial. Así, llevan al delincuente a comisaría como el que se encuentra un objeto perdido y lo deposita en un buzón. Sin pedirles declaración ni nada... Es impresionante el sistema judicial estadounidense.
-Cuando la madre de Lisa confiesa que se está muriendo de cáncer de mamá como el que se pone a comentar el estado del tiempo. Después de revelar su enfermedad, no se vuelve a tocar el tema en ningún otro momento y la mujer sigue apareciendo por la película tan tranquila y como si llevara una vida de lo más normal.
-La escena de la floristería, en la que los involucrados recitan sus absurdos comentarios de memorieta y sin entonación alguna. Lo mejor es que Tommy Wisea entra en el local con su inconfundible melena al viento y la dependienta se atreve a decir que no le ha reconocido, para segundos después añadir "eres nuestro mejor cliente". Si no es ciega (y subnormal), le falta poco.
-Tommy Wiseau haciendo la gallina.
-El supuesto ataque de histeria que sufre Tommy Wiseau en el desenlace, quien, imaginamos muy dolido, se pone a destruir el mobiliario del piso, pero con una desgana y una pachorra de campeonato. Para rematar la faena, una vez se ha cargado todo, coge un vestido de su novia y se lo empieza a restregar por el huevamen, dando a entender lo mucho que la echa de menos. Penoso y denigrante... Jamás un actor hizo tanto el ridículo.

Nivel de descojonación (de 1 a 5): * * * * *


No hay comentarios:

Publicar un comentario