lunes, 9 de mayo de 2011

1.001 películas que hay que ver después de morir (XXI): Hobgoblins



Título: Hobgoblins
Director: Rick Sloane
Año: 1988
País: Estados Unidos
Actores: Tom Bartlett, Paige Sullivan y Steven Boggs

Argumento: Unos peluches del espacio exterior llegan a a un pueblucho de Estados Unidos para sembrar el terror, gracias a unos poderes que les permiten meterse en la mente de sus víctimas y hacerles creer que están viviendo sus mayores fantasías, con el propósito de ¿humillarlas? ¿violarlas? ¿matarlas? ¿todo a la vez?

Por qué hay que verla después de morir: De todas las exploitations que surgieron a partir de Gremlins, ésta es probablemente la más ridícula y desvergonzada, y vaya si se rodó mierda al amparo de las criaturillas de Joe Dante. Se trata de una comedia intencionada que logra su propósito de hacer reir, pero por lo ridículo de la propuesta y no por sus chistes de mierda, que son eso, chistes de mierda con los que no se reiría ni el Risitas. Los protagonistas, como no podía ser de otro modo, son los inanimados hobgoblins de felpa, que harán las delicias de unos humanos bastante mentecatos, cumpliendo sus más oscuras fantasías, que van desde hacer el ridículo en una sala de conciertos, a convertirse en puta o acostarse con una ídem.

Alicientes:
-La más hedionda exploitation de Gremlins jamás concebida
-Humor mierdero de llevarse la mano a la cara constantemente.
-Peluches inanimados del espacio exterior.
-Miembros del equpo de rodaje lanzando los peluches fuera de plano para dar la impresión de que saltan.
-Brazos perfectamente visibles moviendo los muñecos.
-Actores que se restriegan peluches por la cara haciendo como que son atacados al más puro estilo Bela Lugoshi y su pelea con el pulpo en Ed Wood.
-Actores mirando al suelo con cara de preocupación cada vez que los hobgoblins supuestamente se desplazan, aunque jamás vemos cómo lo hacen. Tendremos que fiarnos de los caretos.
-Un viejo que hace 30 años era igual de viejo pero con el pelo teñido.
-La Cyndi Lauper casquibana.
-Jóvenes estereotipados e imbéciles.
-Los nombres de las calles están indicados con tiza en trozos de madera.
-Un bar llamado SCUM, con todo lo que eso implica para un friki.
-Un personaje es envuelto en llamas y luego sólo tiene cuatro quemaduras y dos vendajes.
-La presencia de un coche antiguo para dar credibilidad a una escena ocurrida varias décadas antes a lo narrado en el filme.
-Manos agitando y empujando por ambos lados un coche que está quieto para dar la sensación de que se mueve. Y por si no cuela el engaño, el conductor, aunque no desplace el vehículo lo más mínimo, mueve el volante a lo loco a izquierda y derecha como si corriera un slalom.
-Una línea erótica donde lo más caliente que se escucha es "mmm vámonos al cine".
-Una actuación de un desconocido grupo de rock, cuyo cantante parece Paco Clavel, rellenando metraje. Había que lucir la actuación, que cuesta dinero.
-Una mojigata que esconde una auténtica tragasables en su interior

Algunos momentos para el recuerdo: 
-El flashback de la llegada de los hobgoblins a la Tierra hace 30 años, en su nave de mierda y con el guardia de seguridad igual de viejo pero con el pelo teñido.
-Cuando el protagonista y el guardia de seguridad huyen de los hobgoblins que tratan de atropellarlos con un carrito que no pasa de los 10 por hora.
-La granada incendiaria; posiblemente el momento de mayor descojone de todo el filme.
-El desenlace, cuando los hobgoblins son volados en mil pedazos gracias a unos explosivos puestos estratégicamente en el lugar del que se habían escapado. Sí, podrían haber detonado perfectamente los explosivos al principio del filme y nos habríamos ahorrado el bodrio.

Nivel de descojonación (de 1 a 5): * * * * *


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